Me encantan las pruebas de resistencia. A lo habitual en una prueba deportiva se añaden elementos impensables en otro tipo de pruebas. Aquí una avería o un accidente no siempre suponen el abandono, y si se consigue llegar a boxes, todavía hay una oportunidad. Relevos, reparaciones improvisadas, pilotos que se bajan de la moto extenuados y se ponen en manos del fisio para recuperarse, pues en tres horas toca subirse de nuevo a la moto. Y la noche… el ambiente cuando el sol se ha ido es realmente especial, sobre todo en la zona de boxes, donde me gusta ser testigo del ajetreo de los equipos en las horas más difíciles.
La imagen es del pasado fin de semana, la entrada a la recta del Circuit de Catalunya, donde se celebró la decimoséptima edición de las 24 Horas de Motociclismo.
Clicad aquí para ver una galería con 25 imágenes de las 24 Hores.