Adoro estas líneas amarillas. No puedo evitarlo. Y es que si te gusta conducir, Norteamérica es todo un paraíso. La cosa siempre empieza más o menos así: entras por una ciudad grande, la visitas durante un par de días, recoges un vehículo de alquiler, y cuando sales de la ciudad y te encuentras ante esas líneas amarillas sabes que ahí comienza el viaje de verdad, a partir de ahí empieza lo bueno: kilómetros, millas, da igual, lo que importa es la diversidad de paisajes, los pueblos y ciudades que descubres, la gente con la que te cruzas… Es como si estuvieras en el cine, porque otra cosa no, pero Norteamérica la hemos visto toda la vida a través de películas, series y documentales. Y cuando lo vives de verdad es toda una experiencia.
Como véis el tema engancha, al menos a nosotros. Este año han sido 4.508 km visitando los estados de Québec, Maine, New Hampshire y Vermont. Pero haciendo un cálculo rápido me doy cuenta que en cuatro años llevamos acumulados más de 17.000 km entre Canadá y USA. Y queda tanto por ver… ¡Habrá que empezar a planificar el próximo viaje!
Ah, ¡se me olvidaba! La foto es de la highway 125, que atraviesa el Green Mountain National Forest, cerca de Middlebury en el estado de Vermont.
Nikon D300 | Tamron 17-50mm f/2.8 | 45mm | 1,6s | f/11 | ISO 200